Bienvenidos al siglo XXII. Anderson Lake es el hombre de confianza de AgriGen en Tailandia, un reino cerrado a los extranjeros para proteger sus preciadas reservas ecológicas. Su empleo como director de una fábrica es en realidad una tapadera. Anderson peina los puestos callejeros de Bangkok en busca del botín más preciado para sus amos: los alimentos que la humanidad creía extinguidos. Entonces encuentra a Emiko...
Emiko es una «chica mecánica», el último eslabón de la ingeniería genética. Como los demás neoseres a cuya raza pertenece, fue diseñada para servir. Acusados por unos de carecer de alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres son esclavos, soldados o, en el caso de Emiko, juguetes sexuales para satisfacer a los ricos en un futuro inquietantemente cercano... donde las personas nuevamente han de recordar qué las hace humanas...
El tema de fondo que se desarrolla en La chica mecánica es, precisamente, el del colonialismo económico, el de la injerencia externa en un pais tercermundista, pero en este caso perpetrada por las grandes corporaciones internacionales. En la novela se relata un sibilino intento de invasión contra una resistencia a su vez corrupta, una lucha de estrategias en la que cada uno juega su papel
Sopesando pros y contras, es fácil concluir que la lectura de esta novela quizás le cueste un poco a todo aquél que necesite de la intriga como motor de avance del argumento. Quien no, va a disfrutar, y mucho, con la inmersión en un mundo futuro tercermundista magníficamente recreado, con el excelente entramado de acontecimientos y personajes, y, en segunda lectura, con la advertencia intrínseca de una realidad que se nos podría venir encima en cualquier momento. La chica mecánica es una de esas obras que confirman la paradoja: se puede crear algo original a partir de componentes gastados.
Emiko es una «chica mecánica», el último eslabón de la ingeniería genética. Como los demás neoseres a cuya raza pertenece, fue diseñada para servir. Acusados por unos de carecer de alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres son esclavos, soldados o, en el caso de Emiko, juguetes sexuales para satisfacer a los ricos en un futuro inquietantemente cercano... donde las personas nuevamente han de recordar qué las hace humanas...
El tema de fondo que se desarrolla en La chica mecánica es, precisamente, el del colonialismo económico, el de la injerencia externa en un pais tercermundista, pero en este caso perpetrada por las grandes corporaciones internacionales. En la novela se relata un sibilino intento de invasión contra una resistencia a su vez corrupta, una lucha de estrategias en la que cada uno juega su papel
Sopesando pros y contras, es fácil concluir que la lectura de esta novela quizás le cueste un poco a todo aquél que necesite de la intriga como motor de avance del argumento. Quien no, va a disfrutar, y mucho, con la inmersión en un mundo futuro tercermundista magníficamente recreado, con el excelente entramado de acontecimientos y personajes, y, en segunda lectura, con la advertencia intrínseca de una realidad que se nos podría venir encima en cualquier momento. La chica mecánica es una de esas obras que confirman la paradoja: se puede crear algo original a partir de componentes gastados.
Título: The Windup Girl
Título Alternativo: La chica mecánica
Autor: Paolo Bacigalupi
Año: 2009
Género: Sci-fi, Biopunk
Tipo: Novela
Idioma: Español
Formato: PDF
Mmmmmm... interesante...
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